En mitad del ajetreo de la fiesta, un viejo pescador atrajo mi atención. Me dirigí hacia él con el fin de conocer la leyenda de aquel lago. Me dijo que aquellas aguas vivía un muestro tan fiero que ni los más grandes ejércitos habían tenido el coraje de luchar con él. En ese momento me paréis ver algo en el centro de la laguna y un escalofrío me recorrió el cuerpo.
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